7.5.11

El dia viene


En el día en que la aurora vuelva a cantar
Y el perfume de las rosas se disipe
Entre las pisadas de los que regresan al hogar;
Sabremos que la luz de esperanza, por fin,
Se ha mezclado con el sol eterno de la mañana.
Y entre llantos y risas encontradas,
Hallaremos felicidad que nos embargue el alma.

Y al alzar nuestra vista,
Con resplandecientes ojos,
Que ya no nos observan desde lo alto,
Unidos a los nuestros por un pacto,
Nos redimirá su mirada.

Danzarás al salir el alba
Y dibujarás mariposas en el agua,
Volarás por las nubes del cielo
Que ahora serán tu lugar en tierra.
No soñarás más, pues verás hecho realidad
Todo lo que tu corazón anhelaba.

Y entre arrecifes, junto al pasto,
Casi sin proponérselo, lo verás.
Con su imponente presencia,
Perdido entre la multitud de niños,
Observando todo, sin verte aún.
Y te sumergirás en su silencio,
Para oír como su dulces labios
Pronuncian tu nombre a diario
Como una bella melodía de antaño.

Y avanzarás para rozarlo con tus manos,
Pero la multitud quizás te impida llegar
Querrás llorar, pero verás
Que no hay lágrimas que quieran (o puedan) brotar,
Por que el lugar es una ausencia de todo y nada,
Y sentirás gozo fluyendo en el aire, confortándote,
Y verás que eres capaz de amar, tanto como los demás
Y recordarás que para llegar a él,
Tienes toda una eternidad.

No recordarás el pasado de dolor o enfermedad,
Y susurrarás un canto de alegría
Sabrás que todos ahí tienen la misma esencia,
Y que sus cuerpos reflejan Su espíritu.
No tendrás memoria de otro lugar,
Pero tampoco querrás escapar.
Y ya no tendrás que esperar más,
Pues tu fidelidad será recompensada
Cuando puedas sentarte a sus pies,
Y escuchar sus palabras.

Está será de ahora en adelante tu casa,
Y quizás reconozcas las calles de plata,
Todo volverá a ser como era desde el principio
Todo volverá a donde pertenecía
Y florecerá la primavera al amanecer
Y en sus frutos verás la algarabía
De un amanecer que siempre fue.

Encontrarás el reposo de paz
Retratado en la luz de tu salvación,
Lejos de la nieve y el frío azul;
Y te unirás al canto de los ángeles
Y al entonar Sus melodías, sonreirás;
Porque tus temores se habrán ido
Y tus ojos finalmente lo podrán ver,
Penetrando todo tú ser,
Tan puro y sublime, como el amor.

Y sentirás libertad, no te esconderás más,
Correrás entre la lluvia y el arco iris
Bailarás bajo su rocío y no te cansarás,
Y recorrerás los campos verdes,
Para acercarte a él,
Y montarás a su espalda
Para sentir como te deslizas en sus brazos
Y le habrás encontrado, al fin,
Sentido a tu existir;
Porque te darás cuenta que todo
Lo que hasta ahora conocías era incierto.

Y podrás contemplarlo cara a cara,
Y si es posible, todo lo que alguna vez fuiste
Se conmoverá hasta despojarse por completo,
Y serás lo que las almas ahí son: nueva criatura;
Y Él sabrá que has llegado a entender Su palabra
Y quizás caigas de rodillas ante el resplandor,
Pero no serás la única, porque todos los que están ahí
Sólo anhelan poder adorarlo hasta que caiga el ocaso.

Pero no hay ocaso en este lugar, sólo su gloria ininterrumpida
Destellando la luz de un sol que brilla,
Y verás, niña, tú verás sus maravillas,
Y gente viniendo de lejos, con los pies descalzos,
Buscando aquello que a ti te fue concedido por gracia
Y no sentirán envidia, sólo una leve paz en el alma;
Y serán recibidos, allá en las montañas,
Serán curadas sus heridas, y descansarán,
Sumidos en el regazo de Su maestro.

Y escucharás el vaivén de las aguas,
Y si te quedas quieta,
También sentirás la brisa de los tiempos,
Llena de una interminable ternura,
Y talvez sientas la necesidad de preguntar
Si es que el perdón ha terminado,
Pero la respuesta llegará a ti
Cuando cierres los ojos y veas que su amor
Ha borrado para siempre los tiempos de la caída,
Del dolor, la confusión, la vergüenza y el terror;
Y mientras el verano acaricia tus cabellos,
Te darás cuenta que Su amor es eterno

Y nada ahí tendrá fin,
Y todo será para siempre,
Y su voluntad se consumará,
Y no querrás volver atrás jamás
Porque sabrás que fuiste creada
Para habitar por siempre en ese lugar
Y ya no tendrás temor de caminar
Por los valles de la inmensidad
Y ya no tendrás que coger unas muletas
Para poder andar, ya no más,
Porque él te sostendrá.

…….

No hay comentarios:

Publicar un comentario